Vestido ajustado con fruncido

Seguir estas instrucciones para el cuidado de la tela ayudará a prolongar la vida útil de la tela y a mantener su mejor aspecto lavado tras lavado.
Preparación: Comience dando la vuelta a la tela antes de lavarla. Esto ayuda a proteger la superficie exterior de la tela durante el proceso de lavado.
Lavado: A la hora de lavar tienes dos opciones: lavar a mano o lavar a máquina en agua fría. El uso de agua fría ayuda a preservar la integridad de las fibras del tejido. Además, opta por un detergente suave para evitar productos químicos agresivos que puedan dañar la tela.
Blanqueo: Es importante tener en cuenta que se debe evitar el blanqueo por completo. El blanqueador puede debilitar las fibras y provocar decoloración, comprometiendo la calidad y apariencia de la tela.
Suavizantes de telas: Manténgase alejado de los suavizantes de telas. Si bien pueden dejar la tela suave, también pueden dejar un residuo que puede acumularse con el tiempo, afectando la textura y la transpirabilidad de la tela.
Secado: Después del lavado, elija entre secar en secadora a temperatura baja u optar por secar al aire colocando la tela en posición horizontal. Usar una temperatura baja o secar al aire ayuda a prevenir el encogimiento y mantiene la forma y elasticidad de la tela.
Planchado: A la hora de planchar, es fundamental evitar el contacto directo con los diseños o bordados de la tela. En su lugar, dé la vuelta a la tela o coloque un paño sobre el diseño antes de planchar para evitar daños o distorsiones en los elementos decorativos.
Seguir estas instrucciones para el cuidado de la tela ayudará a prolongar la vida útil de la tela y a mantener su mejor aspecto lavado tras lavado.